Somos hijos de Dios

Cuando te consideras cristiano o evangélico no te relacionas con tu papá, porque solo los hijos son los que relacionan con el Padre.

La relación con tu papá empezó en el cielo, y continuó en la tierra cuando recibiste su ADN.

Hasta que no tengas una relación con tu Padre no vas a entender que él te lo quiere dar todo. Él no espero si quiera que nacieras para dártelo todo.

Hoy puedes renunciar al ADN terrenal para que recibas el espiritual, sino lo haces no puedes heredar. Su herencia no es corrompida, tu estás aquí para recibir lo que del cielo te pertenece.

Escucha a Dios, que esa es la mejor noticia que puedes recibir.

Gálatas 4:5 RVR1960

[5] para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.

Para que puedas ser adoptado como hijo de Dios tienes que renunciar a la herencia terrenal.

Hoy, como hijo, recibes la herencia espiritual de tu papá del cielo.

Gálatas 4:6 RVR1960

[6] Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!

Vienes con un ADN espiritual, pero no se ha manifestado porque no has entendido que eres hijo.

Necesitas el lenguaje celestial para representar tu ADN. Los venezolanos necesitan ver al que no ven, manifestado en ti, que vean al Padre en el hijo.

Se tienen que acabar las lágrimas por lo terrenal, porque no permite que llegue lo celestial. Jesús disfrutó de los celestial en la tierra, por eso nada lo hizo llorar.

La tierra está esperando conocer al Padre por medio de ti.

Gálatas 4:7 RVR1960

[7] Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.

Un hijo de Dios no puede vivir cabizbajo ni triste porque él cambió tu tristeza en gozo y alegría.

Los cristianos y evangélicos no heredan, heredan solo los hijos.

Jesús vivió en la tierra pero con ciudadanía del cielo, porque él estaba claro de donde vino y a donde pertenecía.

Dios no te hizo esclavo, envió a su hijo para liberarte de la esclavitud que no te pertenece.

Este es el tiempo de los hijos.

No tienes excusas para no hablar de Cristo porque eres hijo.

Dios mandó al Espíritu de su hijo para que lo recibieran todos sus hijos y también fueran herederos.

Tu tienes un Padre que siempre está contigo, que nunca te deja, nunca te abandona, siempre te cuida y te provee lo que necesitas.

Ser Padre significa ser el autor de la vida de un hijo. No solo depositar a un bebé en el vientre de una mujer, sino ser el protector y cuidador de esa vida. Eso hace tu Padre celestial.

Reconocer que eres hijo te hará libre y te dará el poder y la libertad para liberar a otros.

No tienes excusa para estar siempre en conexión con tu papá, puedes estar haciendo lo que sea y estar hablando con él.

Él le saca una sonrisa al hijo afligido.

Dios es tu Padre. Puedes contar con él todos los días, lo que falta es que lo conozcas como papá y que tengas una relación con él. Necesitas la relación y el lenguaje celestial para vivir gozoso.

El hijo alaba en medio del problema.

Quien te hace feliz es Jesús.

Es la causa y el autor de tu ser resucitado, y resucitaste para lo mejor. Vino el hermano mayor a favor de sus hermanos.

Tú fe cristiana no es una religión.

El Espíritu Santo está interesado que conozca a Dios como papá.

¿Se puede llamar religión al nacimiento de un hijo? La fe cristiana no es una religión sino un nacimiento nuevo en Dios.

El Reino de Dios no es una cuestión de letra, sino una cuestión de vida.

El hijo de Dios no anda aturdido sino que anda claro en quién es y lo que puede hacer por los que andan así. Tu eres la respuesta para ellos.

Te convertiste en hijo de Dios.

Tengas o no tengas tienes que ser feliz, porque lo que no tengas hoy sobreabundará mañana, porque tú papá no te quiere ver así.

No importa lo que quieran hacerte, porque si tú papá lo permite pasa, sino, no.

Tu historia cambiará cuando entiendas esto, tu no dependes de lo natural, sino de lo celestial. Tu relación muchas veces es religiosa, no de papá e hijo.

Lo que es tuyo tu Padre te lo dará.

No puedes ser un mendigo como cristiano, solo pedir y pedir cuando necesitas, cuando la verdad es que todo está a tu disposición cuando eres hijo.

Ninguna práctica religiosa, norma o disciplina cristiana te hace ser hijo de Dios, sino el Espíritu Santo y la relación con tu Padre. No llenes a tus hijos de normas, sino de Jesús. Lo que cambiará a tus hijos no son las normas terrenales, sino el orden del cielo.

Lo que te mantiene unido con lo terrenal es estar unido con Dios, jamás lo terrenal te une a Dios.

Lo que te hace ser hijo no es la opinión del hombre, sino tú papá del cielo.

Todas tus necesidades tienen respuesta, no en la tierra, sino en el cielo.

S. Juan 1:12 RVR1960

[12] Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; [13] los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

Ser hijo es un regalo que recibiste por medio de Jesús. Cuando humanamente nadie podía hacer nada, él se entregó para que la ira del Padre no viniera a ti.

Dios viene por sus hijos, no por cristianos o evangélicos.

Una relación intachable, que nada ni nadie pueda romper, es la que debes tener con tu papá.

Todo el que honra a su papá está donde su papá vive.

Juan 3:3-6 RVR1960

[3] Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. [4] Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? [5] Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. [6] Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.

Lo que te hace ser hijo es el nuevo nacimiento en el espíritu.

Lo que decía que Jesús era hijo del Padre no era lo que salía de su boca o que estaba metido en el templo, sino su vida y su comportamiento.

Nace en el espíritu como hijo de Dios por medio de su palabra y él Espíritu Santo. Así como naciste de tu padre y madre, así naciste de Dios.

Dependes de una vida terrenal cuando desconoces quién es tu papá. Dios quiere transformarte para que puedas transformar a otros.

Romanos 8:14-16 RVR1960

[14] Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios. [15] Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! [16] El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. [17] Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.

Él es tu papá.

Ninguna iglesia ni persona te da la seguridad ni potestad de ser hijo.

El hijo tiene sentido de pertenecía.

El papá no está para castigarte sino para corregirte y amarte.

Nunca verás a tu papá con una correa, sino con una palabra que te transforme.

Tienes que ir a la congregación cómo hijo, no como religioso, él hijo tiene revelación de que va a un encuentro con su papá, quien todo te da, en todo te ayuda y está para ti.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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