Amar a este mundo más que a tu papá demuestra que aún no lo conoces. Ningún ofrecimiento de este mundo te da lo que tu Padre te puede dar. Dios te prometió que te sustentaría, pero debes obedecerlo para verlo visible.
Si rompes tu matrimonio con el mundo hoy mismo verás la mano de tu verdadero esposo. Las lágrimas que botas hoy, serán el comienzo de un camino que nunca haz caminado y empezarás a ver lo que nunca haz visto.
Muchos hijos de Dios por el afán de hacerse rico y famoso negociaron su salvación dejando a un lado una vida bajo su propósito y voluntad.
Dios ama a su pueblo, pero el pueblo que dice que también lo ama, ha desmembrado el cuerpo de Cristo. La iglesia actual a desmembrado todo lo que Dios hizo y se necesita reconstruirla una vez más, hay que recuperar lo que él un día hizo. Al único que le duele esa ruptura es a Jesús, que fue quién dio su vida por ella. Jesús si sabe lo que es sufrir y entregarse por amor a otros aunque muchos con sus comportamientos reniegan lo que él ya hizo. Él hoy dice, recuperaré una vez más lo que un día se perdió, pero para eso necesita de ti.
Jesús necesita a personas que no estén buscando protagonismo o reconocimiento sino personas que busquen su presencia.
Dios escogió a Saulo de Tarso por su fidelidad a matar a los cristianos. Pero como Dios todo lo restaura, esa fidelidad la cambio para con él.
El Espíritu Santo vino a reconquistar a los hijos de Dios, su corazón, deseos, espíritu, alma y cuerpo. Vino a decirles que es urgente que se divorcien del mundo y sus prácticas para mantener la salvación de Dios en su vida.
Miqueas 3:1-9
Dije: Oíd ahora, príncipes de Jacob, y jefes de la casa de Israel: ¿No concierne a vosotros saber lo que es justo? 2 Vosotros que aborrecéis lo bueno y amáis lo malo, que les quitáis su piel y su carne de sobre los huesos; 3 que coméis asimismo la carne de mi pueblo, y les desolláis su piel de sobre ellos, y les quebrantáis los huesos y los rompéis como para el caldero, y como carnes en olla.
4 Entonces clamaréis a Jehová, y no os responderá; antes esconderá de vosotros su rostro en aquel tiempo, por cuanto hicisteis malvadas obras.
5 Así ha dicho Jehová acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, y claman: Paz, cuando tienen algo que comer, y al que no les da de comer, proclaman guerra contra él: 6 Por tanto, de la profecía se os hará noche, y oscuridad del adivinar; y sobre los profetas se pondrá el sol, y el día se entenebrecerá sobre ellos. 7 Y serán avergonzados los profetas, y se confundirán los adivinos; y ellos todos cerrarán sus labios, porque no hay respuesta de Dios. 8 Mas yo estoy lleno de poder del Espíritu de Jehová, y de juicio y de fuerza, para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado. 9 Oíd ahora esto, jefes de la casa de Jacob, y capitanes de la casa de Israel, que abomináis el juicio, y pervertís todo el derecho;
Hoy es el día de tomar la decisión de divorciarse del mundo y seguir a Jesús, no por lo que te da, sino por lo que es en tu vida, el camino a tu salvación.
Muchos siendo libres pueden estar viviendo como esclavos dentro de la misma iglesia. La palabra de Dios está vigente, su palabra no ha cambiado, el sigue siendo el mismo de ayer, de hoy y de siempre.
Dios mató a una ciudad entera porque decidió amar lo creado en vez de amar al creador. Adoraban lo que Dios había creado para ellos vivir, cambiaron su amor por el sol, la luna, las estrellas, cambiaron su corazón para adorar a otros dioses. Y se convirtieron en mutiladores de su cuerpo.
Dios necesita a personas que liberen a su pueblo, no que lo esclavicen a su favor. Los falsos pastores y profetas de estos tiempos están desmembrando al pueblo de Dios y tendrán sus consecuencias.
Hay que buscar a Dios todos los días, no solo cuando hay problemas y circunstancias. Él te dice hoy “Hazme tu dueño” sólo con que lo hagas tu dueño, el diablo tiene que irse.
Hay que reconquistar y recuperar su Reino, que es gobierno, poder y autoridad sobre todo lo creado.
Todo lo que está en el cuerpo de los hijos de Dios es ilegal, por eso hay que renunciar a ello y sacarlo de ahí. El dueño es quién decide que entra y qué no, pero hay que darle autoridad a él.
Dios no perdona cuando dice que se haga algo y se hace lo contrario.
A muchos Dios hará que dejen de orar por otras personas que ya no tienen su corazón en él y están desechados, para que, como verdaderos intercesores, oren por quienes realmente están hambrientos por él.
Han cambiado el temor a Dios por temor a los hombres, a ministros, pastores y falsos profetas. Y han deformado el cuerpo de Cristo. Se cambió los temas de edificación por emocionalismo y sentimentalismo. Sin corregir el pecado mienten diciendo que Dios los va a apoyar y bendecir, cuando Dios primero limpia el vaso.
Hay dos tipos de creyentes, los que no aceptan las palabras y no se dejan manipular por los falsos pastores, ministros y profetas y por eso le hacen la guerra. Y los que aceptan sus palabras de mentira y engaño, no son corregidos y esos falsos ministros, pastores y profetas aceptan para recibir su dinero de diezmo y ofrenda. Lo que hace la diferencia en los creyentes es quien conozca la palabra y quien no. Hay que conocer las escrituras para no ser engañados.
Llegó el tiempo en que el Espíritu Santo arrope a los verdaderos creyentes para que la mentira no entre y la verdad fluya libremente. El tiempo en el que Dios no vendrá a corregir a las ovejas sino a las cabezas que están contaminadas, no cambian y no hablan la verdad de Dios para corregir el pecado, llegará el fin para los falsos.
Es el momento no de emocionar gente sino corregir al pueblo. No es hora de negociar lo que Dios ha hecho.
Nada que venga contra ti encontrará propósito.
Dios matará a nuestros enemigos. Y siempre celará a la novia que se guarda para él. Dios se abrirá con los hijos que de verdad lo aman y se consagran para él, a los que no simplemente los desechará.
Lamentaciones 2:14
14 Tus profetas vieron para ti vanidad y locura; Y no descubrieron tu pecado para impedir tu cautiverio, Sino que te predicaron vanas profecías y extravíos.
Es triste y doloroso ver tanta gente sentada en sillas en frente de un falso hablándole de Dios y prometiendo lo que Dios nunca a prometido, no corrigiendo el pecado en las personas. Dándole falsas enseñanzas que salen de un corazón corrompido y dañado lleno de avaricia y mentira. Y más triste el equipo que se levanta siguiendo sus mentiras e instrucciones para engañar a más.
Miqueas 3:9
9 Oíd ahora esto, jefes de la casa de Jacob, y capitanes de la casa de Israel, que abomináis el juicio, y pervertís todo el derecho;
Hay que leer la palabra para saber si lo que te predican es verdad o mentira, para que así la iglesia crezca con obras del Espíritu Santo. No se puede enseñar por encima de lo que Dios enseña, Dios ya dejó el diseño y no sé puede cambiar por la del hombre.
Es momento de sacar a los ciegos de la cautividad y hacerlos libre con la verdad, recuperando el Reino de Dios.