Lo que ocurrió en Pentecostés II

 

En el tiempo del Pentecostés fue derramado el Espíritu Santo. Y un fue algo tan sobrenatural lo que sucedió, que un hombre sin estudio y no letrado escribió dos libros de la Biblia. Lo que necesitas es llenarte de su presencia, porque ahí todo ocurre. A Pedro lo llenó de sabiduría.

Busca llenarte del Espíritu Santo, y no de la sabiduría diabólica y terrenal. Lleno de Él pase lo que pase no podrá tocarte, porque tienes un anuncio que dice “Propiedad privada”.

Todo lo que ocurrió en la Biblia no es casualidad. Fue todo lo que el Padre prometió, él siempre ha Sido un Padre responsable, todo lo que prometió lo cumplió.

Se pasó de la antigua creación a la nueva creación. De Adán y Eva en donde hubo la primera muerte espiritual. A Jesús, donde hubo una muerte física. La de Adán trajo maldición, la de Jesús trajo redención y vida eterna. Así que estás en la vida y el momento correcto, en la nueva creación, donde no hay maldición, ni nada te puede tocar, ahí tu gobiernas, tienes autoridad sobre el diablo y los demonios.

Se pasó de muerte a vida bajo el soplo de Jesús, soplo algo superior para que se quedará con nosotros, que no muere y quién te guía para cumplir su voluntad.

El nuevo nacimiento regeneró e hizo de nuevo a los hijos de Dios. Arrepentidos y convertidos. Si en Adán todos murieron en Jesús nadie duerme sino que tiene vida eterna.

El Espíritu Santo es tu entrenador.

Génesis 2:7

Luego el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra. Sopló aliento de vida en la nariz del hombre, y el hombre se convirtió en un ser viviente.

El Espíritu Santo es quien te da la vida. La vida que Jesús nos dio la mantiene con el Espíritu Santo, la muerte nota Owen poder sobre ti. Ser hijo de Dios va más allá de lo que piensas, es tener autoridad sobre lo creado.

Sin Jesús tenías la muerte de la primera creación, es decir estabas muerte, pero gracias a Jesús y su resurrección empezó la manifestación gloriosa del Espíritu Santo.

Tienes dentro de ti a un alma viviente.

Job 7:7

Acuérdate que mi vida es un soplo, Y que mis ojos no volverán a ver el bien.

El soplo fue el de vida y del Espíritu Santo.

Puedes salir con un don natural, pero sin Dios ese mismo Dios puede destruirte y matarte.

Job 32:8

Ciertamente espíritu hay en el hombre, Y el soplo del Omnipotente le hace que entienda.

No hay sabiduría ni inteligencia sin Dios.

Tu no eres solo un cuerpo, tu eres un espíritu, sin el espíritu nada podrá hacer el cuerpo. Vale más preocuparte por lo de adentro que por lo de afuera, sin Dios nada eres, puedes estudiar mucho o arreglarte mucho, pero sin Dios nada vales. Te preparas para la Vita transitoria, pero no para la entera. El ser humano se llena más de lo terrenal que de lo espiritual.

No es la sabiduría que puedes alcanzar en la tierra, es lo que hizo Dios al venir.

¿Te estás preparando para lo eterno? ¿Te estás preparando para ser instrumento de Dios? ¿Te estás preparando para la salvación?

No necesitas en tu vida un payaso, sino un hombre o una mujer que te diga la verdad porque solo esa es la que te transforma y libera.

No sirve de nada arreglar el cuerpo porque eso se lo come los gusanos, prepara tu alma para Jesús.

Job 33:4

El espíritu de Dios me hizo, Y el soplo del Omnipotente me dio vida.

Tu vida Ale pertenece a Dios no para que hagas lo que quieras, sino con el propósito que Él lo quiso hacer, tu le pertenecen a Dios.

La gente se preocupa por ser alguien en la vida, pero no Santo para Jesús. Los padres Invierten dinero para comprarle y darle todo en la tierra para que sean algo en la vida, pero no invierten tiempo y dinero para que se preparen para la vida eterna.

¿Qué habrá visto Dios en ese pedazo de tierra para formarlo en hombre?

La tierra fue hecha por ocasión del hombre, no el hombre por la tierra. No puedes vivir esclavo a la tierra, cuando ella fue hecha para ti.

Jesús recuperó la gobernabilidad de la tierra para dártela a ti. Adán te hizo esclavo, pero Jesús te hizo libre.

2 Corintios 5:17

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

El poder y la autoridad sobre la tierra no te lo da asistir a una congregación, te lo da la presencia de Dios en tu vida. Solo. Lo puedes provocar tu, nadie más.

Si la batalla es tuya tu debes enfrentarla, no otra persona.

Con la muerte de Adán se enterró tu vieja vida, con Jesús tienes una vida nueva, no vuelvas a ella.

En la nueva creación Jesús es resucitado.

Si no crees lo que dice la Biblia te estás perdiendo con ella en tus manos.

Él te perdonó, te ama y te seguirá amando. Solo espera de ti que voluntariamente lo busques y viva para él.

Cuando Jesús resucita, resucita con una nueva vida en Él.

Jesús murió en el Getsemaní y recibió victoria en el Gólgota. Tu debes morir ahorita, no cuando Jesús venga.

En Adán teníamos su vida, ahora en Jesús tenemos la de Él. Y con su vida no puedes andar derrotado, sino en victoria junto Él. Porque con Él recibiste la vida que venció todo lo creado.

No puedes seguir buscando lo que te pertenece. Él se metió dentro de ti para que recibieras también lo que Él tiene. Lo espiritual te da lo económico.

Tu eres una nueva creación en Cristo, vive de esa manera.

El que sigue caminando por vista se perderá.

Jesús dejó a una persona espiritual para que te guiara a toda verdad.

Lucas 24:49

He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.

El Padre cumple lo que te ha prometido, porque es la evidencia de su amor. Si Él te está prometiendo y te está cumpliendo es lo que te debería hacer vivir a ti para Él, porque no es lo que Él cumpla, sino lo que tú debes cumplir. Él lo hace porque es fiel, pero eso no garantiza tu salvación, porque ella depende de ti.

Si tú tienes al Espíritu Santo no puede seguir viviendo como quieres.

Dios escogió un lugar, un tiempo y un espacio, pero tienes que estar ahí para recibir la promesa. Los rebelados son los que no permanecen en el lugar.

Hechos 1:5

Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.

Si Él lo dijo Él lo hará.

Hechos 2:1-4

Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.

Descendió la promesa pero también un nuevo lenguaje.

Si sigues hablando el mismo lenguaje no tienes al Espíritu.

Dios te va a capacitar y a orientar. Muchos pueden hablar lenguas pero luego hablar el lenguaje del mundo.

El Espíritu Santo vino a cambiar tu lenguaje, tu actitud, tu comportamiento, tu vida.

Lo que tú no creas no te va a pasar.

No fueron algunos llenos, fueron todos llenos, porque estaban unánimes.

El Pentecostés fue la manifestación exacta de la promesa y descendió el Espíritu Santo del cielo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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