Lo primero siempre es la regeneración

 

No todo el que confianza es salvó, no todo el que confianza se va al cielo, porque desde la confesión hasta la venida del Señor existe un trecho en el cual debes cuidar esa salvación.

Cuando buscas al Señor lo demás se añade, no puedes perder el tiempo buscando lo que se añade.

Jesús hablaba de la regeneración como un nuevo nacimiento.

Juan 3:7 RVR1960

[7] No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.

Nicodemo era un hombre disciplinado y cumplía los rituales religiosos de la época, pero se sentía igual, sin cambio ni transformación. Nicodemo se cansó de eso, y viéndose hacia dentro sentía que no había logrado ningún objetivo.

Cuando andas lleno de tinieblas solo la luz puede transformarte. Por eso buscó a la luz, que es Jesús. Reconoció que no era cualquiera y que le necesitaba.

Nicodemo se cansó de ser religioso. Cánsate tu también, cuando te canses podrás recibir el nuevo nacimiento.

No hay nadie que pueda cambiar al hombre, sino Dios.

Nicodemo, tras la pregunta que le hizo a Jesús, uso su razonamiento para entender, y eso lo mantenía cautivado. La religión te ata de acuerdo a lo que crees y confiesas.

Puedes llamarte hijo, pero no te pareces al papá, para decir que eres hijo tienes que imitarlo, representarlo, que los otros lo vean en ti. Con tu vida hablas, con tu vida manifiestas a quien crees y sigues.

No es conocer la palabra lo que te hace salvo, es vivir la palabra que lees lo que te salva y te libra de la condenación.

Juan 3:3-5 RVR1960

[3] Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. [4] Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? [5] Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.

Las personas quieren darle interpretación a las escrituras en lo natural, y eso es imposible, porque es con revelación del cielo.

Es tener frutos de lo que conoces.

Cuando te haces preguntas e interrogantes de la palabra que recibiste ya perdiste la enseñanza, porque estás buscando argumentos de ella.

Nadie puede ser salvo por cumplir con normas.

Es un nacimiento de agua y espíritu. Si no has nacido así no eres hijo.

Juan 1:12-13 RVR1960

[12] Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; [13] los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

No hay una intervención terrenal para el nuevo nacimiento, sino celestial. Los hijos deben marcar la diferencia.

Lo que te hace espiritual a ti es el nuevo nacimiento.

Dios, en el nuevo nacimiento, te da la capacidad para que lo de este mundo no te venza. Lo que va a decir que eres hijo de Dios es tu forma de vida, y ella viene del nuevo nacimiento.

Dios no emociona gente, las transforma.

El agua representa primeramente la limpieza, ella te transforma. Si Dios te lavó no puedes ponerte la misma ropa. No puedes decir que estás limpio por la palabra y no la lees, no puedes permanecer limpio sino vas a la fuente de la purificación.

No puedes seguir como Nicodemo. No puedes vivir una vida disociada de la palabra ni tampoco de vivirla.

La biblia enseña que somos lavados por la palabra de Dios. Sí Jesús te lavó y te dejó el manantial ¿Cómo vas a seguir sucio? Su palabra te lava y te lava para siempre. Debes permanecer, pero no como tú quieres.

Juan 15:3 RVR1960

[3] Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.

Si ya eres limpio no puedes volverte a ensuciar.

Efesios 5:26 RVR1960

[26] para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,

Debes mantener tu salvación.

Cuando Jesús dice que debes nacer del agua y del espíritu, se está refiriendo a la palabra de Dios y al Espíritu Santo.

¿Quién podría ser la palabra de Dios sino Jesús?

Juan 1:1-2, 14 RVR1960

[1] En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. [2] Este era en el principio con Dios.

Juan 1:14

[14] Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

Jesús te transfirió la verdad y la gracia. Tu eres la verdad para el mundo. Si eres la verdad no puedes congraciarte con él, ni aliarte.

¿Qué hace el Espíritu en ti?

Necesitas relación con él porque es quién te transforma y te comunica con el Padre para ser transformado.

Ezequiel 36:26-28 RVR1960

[26] Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. [27] Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra. [28] Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios.

Dios necesita en ti un corazón nuevo, para poderte usar.

Sin ese nuevo nacimiento solo eres miembro de una congregación, no hijo.

Ezequiel 11:19 RVR1960

[19] Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne,

Dios vino a tu vida para esto, pero necesita de tu permiso para que eso ocurra. Si esto no ocurre usted solo es un espectador, necesitas amar a Dios.

Nadie puede salvarte sino Dios.

Cuando pones obstáculo y tropiezo para buscar y servirle a Dios todavía tienes tu corazón, no el de Dios.

No puedes llenarte de excusas para que Dios te salve.

Sin regeneración no hay salvación ni vida eterna.

Sí Dios cambia tu corazón cambia todo, porque del corazón mana la vida.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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