La voluntad de Dios es sanarte

Dios no dice en su palabra que el hará algo en tu vida si tienes fe, sino que dice, que si crees, así que lo que tienes es que creer. A veces los inconversos creen más que los mismos cristianos.

 

Jesús vino a salvarte y liberarte.

 

Hechos 10:34

 

Es hermoso cuando tú te humillas y Cristo crece, no se trata de una profesión, sino de una sabiduría espiritual y la revelación que baja del cielo.

 

Cornelio tenía hambre de Dios y de escuchar su palabra, actualmente la iglesia no quiere eso porque se fastidia, porque encuentran entretenimiento del mundo para sus vidas.  Cornelio empezó a cumplir con la palabra tanto por obra como por vida. Aunque por obra nadie se salva, pero él las hacía era porque Dios había robado su corazón.

 

No es cuestión de hacer las cosas sino de saber hacer las cosas con el corazón correcto.

 

Hoy día hace falta doblegarse al propósito absoluto de Dios y no del hombre.

 

No es ser cristiano evangélico, es el que le tema y le hace justicia.

 

Dios es Señor de todos, blancos, negros, pobres, ricos.

 

Cuando tienes hambre de Dios tu no permites que quien esté a tu lado sea estorbo para escucharlo. Por eso debes tener discernimiento para saber quién se sienta a tu lado, porque la palabra te debe penetrar para que puedas salir transformado y cambiado.

 

Hechos 10:38

 

Cornelio en este relato reunió a todos sus familiares, conocidos y trabajadores porque entendió que Dios no solo era para él sino para todo el que necesitara.

 

¿Sabes cuál fue el propósito de que Dios lo ungiera con Espíritu Santo y poder? Ayudar a otros a ser salvos.

 

No es malo cuando hablas lenguas, el problema es que no sabes porqué y para qué lo haces. Y tampoco conoces su voluntad. Debes dejar de actuar por el razonamiento porque de esa manera no puedes creer.

 

Cuando Dios ungió a Jesús con Espíritu Santo y poder fue que salió a predicar y a sanar. No ves resultado de la palabra porque vives razonándola y buscando lógica.

 

La palabra no dice que Jesús o Pedro al llenarlos de su Espíritu Santo hablaron en lenguas o empezaron a temblar, sino que salieron a manifestar su poder a los que no lo conocían y ni creían.

 

Hoy en día el pueblo de Dios no habla en otras lenguas, y ellas son necesarias e indispensables, porque ellas te edifican a ti mismo. Si en ese tiempo fue necesario, actualmente también. Pero hay más importancia en el mundo que en lo que Dios quiere darle a su pueblo.

 

La voluntad de Dios es liberarte y sacar toda enfermedad de ti. Es su voluntad liberar tu mente, tu corazón, tu vida para que te unas y te alineas a su voluntad y eso malo se vaya ya.

 

Las maldiciones actuales son más mentales que físicas porque se cree más en el poder que tiene el diablo que el que tiene Dios. De la boca de muchos sale es puro el diablo me hizo, el diablo agarró, el diablo me visitó, solo glorificando y alabando al diablo.  Se está tan lleno del mundo que la palabra de Dios no tiene cabida, hay que vaciarse primero, porque nada lleno se puede volver a llenar al menos que se vacíe.

 

Ningún enfermo puede liberar y sanar a otro cuando no ha sido sano él.

 

Eres más fiel al diablo y al mundo que a Dios y lo que Él quiere hacer contigo y tú familia.

 

¿Tú crees que Dios está contigo cómo estaba con Cornelio?

 

Hoy tienes que creer más en su poder, porque no solo está Dios, está Jesús y el Espíritu Santo.

 

El verdadero evangelio no son palabras, son hechos y demostración de amor.

 

Lucas 4:18

 

El diablo al tentar a Jesús lo hizo con todo lo que ya le pertenecía. Así hace hoy contigo para distraerte y desenfocarte.

 

Jesús no comercializó ni vendió la palabra, no sé desenfocó vino a hacer lo que su padre le dijo, buscar las almas perdidas.

 

Esto no es cuestión de estudios, es cuestión de obedecer y creer.

 

El propósito de que vayas a la iglesia no es hacer amigos, chismear o entretenerte, es para escuchar y obedecer, es hacer su voluntad, darle libertad a los oprimidos. El propósito de la unción es salvar almas para Cristo y liberarlos. Pero hay veces que ni vas a la congregación, así no puedes ser libre y liberar a otros.

 

Dios no te llamó para ser rico, sino para que lo obedezcas, cumplas su palabra y esas bendiciones te van a seguir.

 

Jesús no vivió para su propósito, vivió para el propósito de Dios. Doblegó su libre albedrío para hacer la voluntad de su padre, a pesar de todo lo que pasó. El nunca hizo su voluntad, obedeció hasta la muerte y muerte de cruz.

 

No eres santo por conocer versículos y hablar en lenguas, eres santo cuando obedeces y haces la voluntad de Dios.

 

De nada sirve copiar la vida de otra persona, cuando a quien te debes  parecer es a Cristo para tener todo y ser salvo.

 

Juan 3:4

 

Dios te dice en su palabra que su voluntad es sanarte, pero tú crees es en el diagnóstico que te dijo el doctor, de que vivirás enfermo. Entonces ¿Dónde está la promesa y el poder de Dios en tu vida?

 

1 Juan 3:4

 

Jesús vino para deshacer las obras del diablo en tu vida. Vino a hacernos responsables del ministerio que él vivió en la tierra.

 

Muchos quieren ministerio, pero nadie cumple con el ministerio que dejó Jesús, reconciliar a las personas con Él, porque no se sabe para qué se está aquí. Su derramamiento, su vida, su sacrificio no se conoce y no se sabe para ni por qué sucedió.

 

Todos los dones del Padre fueron depositados en Jesús porque el creyó que era un instrumento para la gloria de su papá, no de ninguna denominación, porque ellas no salvan a nadie ni sanan a nadie, no vivas atado a personas, a denominaciones, a cosas, vive para Dios. Su voluntad es agradable y perfecta y no trae tristezas al alma. Si es así ¿Por qué vives triste, acongojado, desesperado, preocupado?

 

La fe no es solo de boca, es también actuar, la palabra no es solo para leerla, es creerla y ponerla por obra.

 

Un avivamiento no es tener una iglesia llena de gente, es personas con el corazón lleno de Dios.

 

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