A todo lugar que vas hay un propósito, con quién te relacionas, dónde te desenvuelves, las personas que están en el lugar necesitan algo, y tú eres el canal para dárselo. El mundo necesita personas llenas de Dios, y esa persona eres tu. Tu eres la personas que hará que ellos se reconcilien con el Padre.
Nehemías 6:1-4
6 Cuando oyeron Sanbalat y Tobías y Gesem el árabe, y los demás de nuestros enemigos, que yo había edificado el muro, y que no quedaba en él portillo (aunque hasta aquel tiempo no había puesto las hojas en las puertas), 2 Sanbalat y Gesem enviaron a decirme: Ven y reunámonos en alguna de las aldeas en el campo de Ono. Mas ellos habían pensado hacerme mal. 3 Y les envié mensajeros, diciendo: Yo hago una gran obra, y no puedo ir; porque cesaría la obra, dejándola yo para ir a vosotros. 4 Y enviaron a mí con el mismo asunto hasta cuatro veces, y yo les respondí de la misma manera.
Cuando la vida de Dios, por medio del Espíritu Santo, se empieza a restaurar en tu vida vas a tener ataques para que el propósito en ti no se cumpla. Siempre, cuando estás haciendo la obra de Dios y él está haciendo en ti, vienen batallas y ataques para que la obra cese. El diablo quiere destruirte para que lo que está haciendo Dios no sea terminando.
Si Estás siendo verdaderamente restaurado por Dios, eso se percibe y no se puede esconder, si hay cambio en ti eso se refleja, si el Espíritu Santo está en ti eso se nota, no se puede esconder. Cuando una persona tiene o no de Dios se reconoce.
Por tanto es imposible que no haya ataques cuando estás lleno de la presencia de Dios.
Nehemías 6:5-6
5 Entonces Sanbalat envió a mí su criado para decir lo mismo por quinta vez, con una carta abierta en su mano, 6 en la cual estaba escrito: Se ha oído entre las naciones, y Gasmu[a] lo dice, que tú y los judíos pensáis rebelaros; y que por eso edificas tú el muro, con la mira, según estas palabras, de ser tú su rey;
Nehemías a pesar de lo que le estaba sucediendo y estaba pasando, seguía con la obra de Dios.
Los portillos son como grietas que hay en los muros para que las personas puedan pasar. En ese momento lo primero que hicieron las personas fue reparar los portillos para que no entrara mal. Actualmente pasa así, debes reparar los portillos que tienes en ti, porque por ellos se puede meter el diablo sutilmente para acabar contigo y lo que Dios está haciendo. Con una simple tentación el diablo puede hacer desastres grandes.
El diablo siempre te va a lanzar una tentación, sea grande o pequeña, con tal de acabar contigo. Lo hace de manera sutil y bonito para que creas que es Dios. De manera suave, agradable, escondido para acabar exactamente con tu propósito, la voluntad de Dios en ti y todo lo que el Padre ha hecho contigo.
Si el diablo logra entrar, desde adentro empieza a destruirte y también todo lo que Dios ha hecho en tu vida.
Mientras las personas trabajaban en reparar los portillos sabían que podían recibir amenazas para que pararan la obra, por parte de las ciudades cercanas que no querían que Jerusalén fuera restaurada. Por lo que trabajaban más arduamente, lo hacían de día y de noche, con una mano hacían la obra y en la otra tenían una espada. Tú debes hacer lo mismo, mientras haces su obra debes usar tu mejor arma, la oración e intercesión. No todo queda de parte de Dios, tu también debes hacer. Se trata no solo de orar y llenarte y hablarle a los mismo cristianos, debes hacerlo con todo el que necesita de Dios.
La intención es que tú atraigas las personas a ti, no que ellos te arrastren a ellos, por eso necesitas la mano de Dios, pero también que tú espada, es decir su palabra, permanezca en ti para poder hacer su obra.
A las personas de alrededor no le convenía que Jerusalén fuese reconstruida, porque si eso pasaba Jesús iba a ir e iba a hacer una ciudad fortificada y un ejército imparable. Eso precisamente es lo que el diablo quiere hacer contigo, parar la reconstrucción de tu vida y dela obra de Dios en ti para que no seas parte de los que acabará con el diablo en la vida de otros.
Nehemías 6:7-9
7 y que has puesto profetas que proclamen acerca de ti en Jerusalén, diciendo: ¡Hay rey en Judá! Y ahora serán oídas del rey las tales palabras; ven, por tanto, y consultemos juntos. 8 Entonces envié yo a decirle: No hay tal cosa como dices, sino que de tu corazón tú lo inventas. 9 Porque todos ellos nos amedrentaban, diciendo: Se debilitarán las manos de ellos en la obra, y no será terminada. Ahora, pues, oh Dios, fortalece tú mis manos.
El diablo lo que quiere demostrar es que lo malo no es peligroso, por eso lo hace bonito y tentador.
Cuando empiezas la obra las tinieblas son alertadas para que te distraigan y excusarte para que no la logres terminar.
La intención es atacar tu integridad y vida para que los demás digan que no eres capaz de hacer lo que Dios te ha mandado, y así lo creas y pares. Muchas veces no solo los que te critican serán cristianos, sino también familiares. Y si el diablo no logra entrar por tus portillos lo hará por la de los descuidados, por no poder destruirte a ti, usará a otros para que sean instrumento del diablo y destruirte, por medio de envidia, celos, mentiras, murmuración y dañar lo que Dios quiere hacer en ti. Lo que el diablo necesita son puertas para entrar y dañar.
Nehemías 6:10-14
10 Vine luego a casa de Semaías hijo de Delaía, hijo de Mehetabel, porque él estaba encerrado; el cual me dijo: Reunámonos en la casa de Dios, dentro del templo, y cerremos las puertas del templo, porque vienen para matarte; sí, esta noche vendrán a matarte. 11 Entonces dije: ¿Un hombre como yo ha de huir? ¿Y quién, que fuera como yo, entraría al templo para salvarse la vida? No entraré. 12 Y entendí que Dios no lo había enviado, sino que hablaba aquella profecía contra mí porque Tobías y Sanbalat lo habían sobornado. 13 Porque fue sobornado para hacerme temer así, y que pecase, y les sirviera de mal nombre con que fuera yo infamado. 14 Acuérdate, Dios mío, de Tobías y de Sanbalat, conforme a estas cosas que hicieron; también acuérdate de Noadías profetisa, y de los otros profetas que procuraban infundirme miedo.
El diablo usó a uno de los profetas para que le hablara a Nehemías con mentiras para que la reconstrucción de Jerusalén no sé terminará. Puertas abiertas siempre hay, queda de tu parte dejarle la entrada al enemigo. Él no tiene acceso completo a tu vida, tu eres quien lo permite, no solo que entre sino que también te destruya. Tu eres el que por medio de debilidades estás permitiendo la destrucción por parte del enemigo.
Cuando empiezas a hacer la obra de Dios se levantará quien menos pienses. Normalmente la familia es quien lo hará.
Lo ideal es que si tú empezaste a seguir a Cristo, que tu familia también lo haga, pero depende que tú estéscimentado en la obra, seas ejemplo para que ellos vengan también a Cristo. Así no tengas puertas abiertas el diablo buscará la manera de abrirlas, porque así es la vida cristiana, no se trata solo de gozo, sino también de batalla y guerra. Lo importante es no desmayar, porque lo que Dios promete se cumple, pase lo que pase, la única manera de que no suceda es que tú mismo seas piedra de tropiezo y detengas el propósito, porque el propósito está en ti. El problema es que tú no tengas la disposición y las ganas de hacer y cumplir el propósito del Padre. Lo que Dios dice se cumple, por medio de ti o de otro, pero se cumple.
Si Nehemías hubiese cesado nada hubiese pasado por medio e él.
Nehemías 6:16
16 Y cuando lo oyeron todos nuestros enemigos, temieron todas las naciones que estaban alrededor de nosotros, y se sintieron humillados, y conocieron que por nuestro Dios había sido hecha esta obra.
Cuando el propósito de Dios se cumple en ti y los muros son restaurados, el diablo debe temer, porque Dios luegote moverá a restaurar los muros de los necesitados.
Nunca debes bajar la guardia, porque la guerra y la batalla siempre va a existir, y si te descuidas y no mantienes los muros estables y sin portillos puedes caer.
Debes estar lleno de Jesús para que puedas ser usado para ayudar a otros.
Tus actitudes pueden hacer que otros no lleguen a Dios, porque las actitudes que nunca haz cambiado son piedra de tropiezo para otros. Debes saber cómo tratar con el pecador, para que en vez de alejar más a Ellos de Dios, lo acerques y decidan cambiar para el Señor.
Hay muchas personas con el corazón dañado por muchos que se hacen llamar hijos de Dios. Porque no saben tratar con el pecador, y no es tapar sus pecado, porque el pecado no se esconde ni se maquilla, sino la manera de abordarlos debe ser distinta para que no alejen a ellos de Dios. Es darle palabras con el amor verdadero de Dios.
Jesús trato a los fariseos de manera dura, pero con los inconversos, que tenían el corazón dañado los llamaba con amor, cómo con Zaqueo y la mujer prostituta, porque ellos no conocían a Dios, y los fariseos sí, esa era la diferencia. Por eso debes saber cómo debes tratar a las personas que Dios te manda a hablarle, sin necesidad de herirlos y dañarlos. Si Jesús lo hizo, tu puedes hacerlo.
Si Dios termina la obra contigo luego te enviará a reconstruir a otros. Por eso debes empezar a reconstruir tu vida, la base es la espiritual lo haces por medio de la oración e intercesión. Debes hacerlo atento porque el ataque del diablo siempre va a venir para desviarte y quitarte el tiempo de Dios.
Si desvías tu mirada de la obra y la reconstrucción puede ser el fin, si algo viene para distraerte de su obra no viene de parte de Dios. Dios no va a hablar dos cosas distintas contigo, el no te da confusión, sino que habla claramente en tu vida.
Lo que el diablo ha destruido en ti es momento de restaurarlo y reconstruirlo.