La Cruz es obediencia, obediencia es vida eterna. Sin la cruz no perdonas, no amas y no montas a nadie en ella, esa cruz está vacía y perdida.
Sí Jesús escuchaba a Pedro y hubiese hecho lo que le dijo se salía de la voluntad y propósito de Dios.
Marcos 8:35-38
35 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. 36 Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? 37 ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
38 Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.
¿Cuál es el beneficio de tener todo lo terrenal y que tu alma se vaya al infierno? El alma va al cielo o al infierno, en donde tu elijas será la vida eterna. Estamos en el tiempo decisivo.
Nada vale más que tú alma y eso lo debes comprender. ¿qué vale más que tú alma?
Hay muchas personas que están pendiente de lo que pueden tener en el mundo pero no de la condición de su alma.
La Cruz de Jesús nunca se mantuvo vacía, él mismo la cargó y la llevó al lugar donde se iba a entregar como sacrificio perfecto por ti. Tu eres un resultado de la cruz de Jesús, en la tuya debes cargar a los demás. ¿A quién tienes en tu cruz?
Hay muchos que merecen morir, pero no puedes matarlos, debes tomar su lugar para que sean salvos.
El evangelio no es el que hemos estado viviendo, hoy día es más profundo pero para todos es más fácil. Porque se le busca razonar, pero a él no se le razona, se le obedece. Cuando le obedeces es cuando te conviertes en verdadero hijo.
Quizá la persona que odias necesita que lo montes en tu cruz. Necesitas sabiduría para actuar como Jesús. Todo aquel que necesita ser salvo, Jesús no los transfirió para montarlos en nuestra cruz y morir por ellos.
¿Qué cargas en tu cruz?
Cuando sepas el valor verdadero de un alma dejarás de vivir como lo haces.
Dios se convirtió en un hombre, dejó su gloria y trono para darte vida eterna, y es el único que pudo y puede hacer eso, lo hizo por su creación, sufrió por ti, se hizo maldito, le desfiguraron el rostro, le quitaron piel y perdió su sangre. En el Calvario se entregó en una cruz, sólo por ti. Él es el único que puede darte valor, eres importante para Dios, por eso se hizo como tú.
Pero la iglesia actual no ha comprendido el valor de un alma, que vale más que el oro, la plata, el diamante, vale la sangre de un inocente.
Merecías morir, porque él resultado del pecado es la muerte, pero te salvo.
Quien te dio valor sufrió por ti. Sí Dios te dio valor y también murió por ti, ¿por qué no valoras tú alma?
Fue tanto el sufrimiento por todos los pecadores que sudó gotas de sangre, peleando con la muerte, para darte vida.
Si solo entendieras que quien dio su vida por ti está interesado en ti.
¿Cómo puedes morir por aquel que te fue infiel y no mueres por tu prójimo que se está perdiendo? Sufrir por Jesús no es el sufrimiento que tienes por tu pareja, es sufrir por otro que se está perdiendo.
Puede que nunca hayas tenido escasez de lo natural, pero tienes una vida con escasez en tu alma, vacía de Dios. De nada sirve tener todo en la tierra sin el gobierno de Dios en tu vida.
Sufres y te entregas por tu familia pero nunca por el vecino que es brujo y vive maldiciéndote y peleando contigo.
¿cuántas personas metidas en un local, dándose golpes de pecho dicen que aman a Jesús, pero no hacen lo que él dice?
Cuando no haces lo que él Padre te dice es porque vives avergonzado de él. Cuando llegas a un lugar y nadie sabe que eres creyente y además no das testimonio, es porque vives avergonzado de Dios.
Decir que eres evangélico o cristiano no es suficiente sino das testimonio.
Vives buscando acomodar tu vida física y monetaria pero no buscas acomodar tu vida espiritual. Eres un miserable. Hoy es el día de arrepentimiento genuino y sincero.
Dios te está dando la oportunidad de que te arrepientas.
La iglesia está llena de gente pero vacía de Jesús. Nadie quiere pagar precio. Él evangelio no es fácil pero tampoco difícil, todo tiene un sacrificio y un precio.
La tierra tiene un deseo pero el ser humano tiene otro. Cada vez que te revelas a la voluntad de Dios estás perdiendo tu vida.
¿Estás preparado y tienes la voluntad de morir por Dios?
Mueres cuando dejas de ir a donde quieres, actuar como quieres, vivir como quieres.
¿De qué sirve estar lleno de Biblia y no compartirla con nadie?
Renegar de Dios es ser impuntual, irresponsable, es vivir como quieres, es dar mal testimonio afuera de un local.
¿Dónde está tu cruz?
¿De qué sirve esconder tu cruz?
Que no te importe lo que sufras, si te vituperan, si te maltratan, si llegas con las manos rotas y cansado, que tu prioridad sea llegar a aquel quien tiene tu prioridad, tu paz, el valor que necesitas. ¿por qué sufrir por alguien que nunca te ha dado el valor que tienes? Cuando tienes a uno que dio todo por ti.
Debes entender el valor de un alma, si lo comprendieras, no vivieras con la boca cerrada, para ti, para tus deseos y gustos. Jesús vivió para ti, se desprendió de ser Dios para ser hombre y morir por ti.
Dios vino a buscar a quien se le perdió, a ti. Tu fuiste su prioridad.
El diablo usó a seres humanos para evitar cumplir la voluntad de Dios en Jesús, hoy también lo hace, así que no te sorprenda quién se levante contra ti.
Por un hombre entró la muerte, pero también por un hombre entró la vida.
Quien te dio valor venció al diablo y sus potestades, venció la enfermedad, el problema, la circunstancias, la escasez, venció la muerte. Y resucitó para resucitarte a ti.
No sólo fue un hombre, sino fue alguien que dio su vida por ti.
El que te llamó tiene aún más de lo que el mundo tiene y puede darte.
No esperes que un ser humano te ponga precio, tu no costaste dinero, sino sangre.
No rechaces a Dios ni lo ignores, no vivas escudado en las excusas.
El hombre natural busca cuidar la cruz, no sacrificarse, viven escondidos, no quieren sufrir. No debes sufrir por lo terrenal porque te pertenece, sólo debes reclamarlo.
No pienses más, la mente te cautiva y te oprime.
Niégate a ti mismo por completo.
Dios nos manda a morir a nosotros mismos.
Él murió por nosotros y obtuvimos la vida eterna. Todo lo del mundo nos pertenece por herencia, por eso deja de buscarlo, sino lo tienes es porque tienes las manos cerradas y no estás siendo fiel. Tu no estás para estar comiendo de lo que cae de la mesa, sino para el banquete completo.
Tienes la libertad de vivir como quieras e ir a donde quieras, pero sin Cristo, no vale la pena.
Dios no te está mandando a hacer un sacrificio porque él ya lo hizo por ti.
Mientras sigas mandando en el trono de tu corazón él no puede hacer nada.
Mata a los dioses que tienes e idolatras en tu corazón, si lo tienes lleno no puedes amar a quienes lo necesitan.
Tu necesitas convertirte en la cruz para poderla cargar.
Jesús caminó, y cada vez que daba un paso lo daba por ti. Nadie te veía en su espalda, pero ahí te llevaba. Cuanto más cerca estaba por llegar, perdía las fuerzas y creía que no podía más, pero las sacaba de donde no tenía y llegó por ti, porque te amaba. Alguien aseguró tu victoria.
¿aún crees que no vale la pena vivir en obediencia por él?
Suelta tu evangelio y vive el de Jesús.
Debes hacer un sacrificio, y ese sacrificio es vivir como el Padre te dice.
Todos somos necesarios y nadie puede cambiar eso. Jesús murió por todos.
Hay que dejar los pleitos estériles.
Tu valor no te lo da ningún ser humano, tu valor ya lo tienes desde que Jesús murió por ti. No te preocupes por el autoestima alta o baja, preocúpate es porque Jesús viva en ti. La gente tiene derecho a hablar lo que le de la gana, tu tienes derecho de no escuchar a ninguno.
Cuando tu reconoces tu condición de pecador, Dios te lleva.
No negocies tu salvación con nadie. ¿tú familia no quiere ir a la iglesia? Ve tú. ¿tú pareja no quiere que vayas a la iglesia? Déjalo y ve, más vale tu salvación que un amor terrenal. Toma tu cruz.