Las personas que no quieran seguir al Cristo que tú sigues, suéltalo, porque te arrastrarán a lo que ellos creen. Y cada día te alejarás más de Dios y te acercarás más al diablo. Y no es culpa del diablo sino tuya.

Tratar de evadir la cruz equivale a perder el derecho a perder la vida eterna. ¿Sí la salvación no se pierde que sentido tendría consagrarse y santificarse para Dios?

Muchos tienen una lista de lo que no hacen, pero no tienen la lista de lo que deben hacer.

Vives tan preocupado por las cosas del mundo que olvidas tener fe en Dios. Tu no necesitas fe para abrir el mar o levantar a muertos, necesitas la fe para vencer al mundo. No puedes seguir y tener fe a lo material y humano.

Marcos 8:35 NVI

[35] Porque el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa y por el evangelio la salvará.

Agarras a Dios para ti, pero nunca haces nada para él. Muchos cristianos que han partido dicen que se fueron con Cristo, pero no tenían buen testimonio mientras vivían.

Marcos 8:36-37 NVI

[36] ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde la vida? [37] ¿O qué se puede dar a cambio de la vida?

Muchos se esfuerzan para tener éxito terrenal, pero no espiritual, no para obtener la vida eterna.

¿Cuál es tu prioridad hacer dinero o ser salvo?

Tu responsabilidad es sacar a la calle la palabra de Dios a todo aquel que lo necesita, y no es solo un mensaje de boca, sino un mensaje de vida.

Si alguien rechaza colocar su vida en Cristo perderá la vida eterna, quien decida dejar todo por él la ganará. Él quiere que le sirvas, que lleves a otros a él.

¿Qué estás haciendo con la cruz que Dios te dio? Jesús supo que iba a hacer con la de él.

El problema no es que te mueras, sino que cuando mueras el alma llegue al cielo.

No es que Dios no quiere que no tengas cosas, sino que eso no te gobierne. No hay nada que valga más que tú alma. Pero tú le das más valor a lo perecedero que a lo eterno.

El alma tiene más valor que el mundo entero. El interés de Jesús en ti es el alma. Pero el ser humano está más interesado en el cuerpo. El cristiano quiere reflejar lo material como sinónimo de prosperidad, pero ¿qué interés va a tener Dios en prosperarte en lo material si tú alma se está perdiendo? El fin de Jesús debería ser el tuyo, que el día que tú partas tu alma aparezca allá en el cielo.

Estás preocupado en mantener bien el cuerpo, pero nunca para mantener bien tu alma. Pides prestado para lo que el cuerpo pide y necesita, pero no recibes la ayuda para el alma.

¿Hay algo que valga más que tú alma?

¿Qué cosa externa tiene más valor que lo interno?

El alma es eterna, y cuando una persona parte de la tierra parte es el alma, tu escoges a dónde va tu alma, si pasas la eternidad en el cielo o en el infierno. Nadie puede hacer algo por ti que no seas tu mismo. Por lo tanto no hay nada más valioso que tú alma.

De qué sirve tener mucho dinero con el corazón dañado y podrido, si tienes dinero así pudres también el dinero. Dios primero quiere acomodar tu corazón.

El hombre natural trata de evitar la cruz y también sufrir, cuando lo evitas pierdes la salvación.

Mientras nosotros mandemos en el trono de nuestro corazón no aceptamos la cruz.

No te salva las cosas físicas, sino el rechazo, es la falta de amor del ser humano, es el sufrimiento. Jesús supo esto desde que llegó al mundo y nunca abandonó la cruz ni el propósito de su papá, nunca se quejó, porque su corazón lo tenia su papá, las decisiones la tenían su papá, porque su vida la tenia en completa sujeción al padre.

Dios está esperando de ti solo que obedezcas. Que repitas lo mismo que Jesús. No que sueltes la cruz, no que dejes la cruz, no que la uses de adorno. Mientras la cuides jamás vas a aprender. Los únicos que repiten lo que hizo Jesús son los discípulos.

Filipenses 2:5-8 NTV

[5] Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús. [6] Aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse. [7] En cambio, renunció a sus privilegios divinos; adoptó la humilde posición de un esclavo y nació como un ser humano. Cuando apareció en forma de hombre, [8] se humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz como morían los criminales.

Jesús en el sufrimiento aprendió a obedecer.

En tu sufrimiento no busques que nadie te entienda, porque a Jesús no lo entendió nadie.

Mientras estás pendiente de tus propios intereses no puedes ver de la necesidad y el dolor ajeno.

Jesús en medio de su sufrimiento iba feliz, ¿Cómo se concluye eso? Porque no se quejó ni dijo nada, el diablo no logró sacarle ni una palabra.

Buscas las almas por amor a Jesús.

Renuncia a tus deseos y se humilde cómo Jesús.