Muchos creen lo que dice las noticias y lo que otros dicen, pero no creen lo que ya Dios dijo hace más de 2000 años.
Cuando tú oras, en la oración que haces ahí está la respuesta. Si vuelves a orar es porque no creíste lo que oraste antes, lo hiciste con incredulidad. La palabra dice que cuando ores debes hacerlo creyendo que ya lo recibiste.
Para el que cree todo le es posible, acompaña la fe con creer lo que pediste, porque la biblia dice que lo recibirás.
Mateo 8:13
Entonces Jesús le dijo al oficial romano: «Vuelve a tu casa. Debido a que creíste, ha sucedido». Y el joven siervo quedó sano en esa misma hora.
El capitán creyó que al llegar iba a estar sano su siervo, y así fue, porque creyó la palabra que Jesús le dijo, al llegar lo vió materializado.
No necesitas mucha biblia, sino al Dios que la creó.
Todas las cosas deben ser transformadas y así es que todo cambiará.
No necesitas una profesión o título para que las cosas sucedan, necesitas es creer y sucederán.
Tu no haces las cosas posibles, tu solo tienes que creer cuando Dios habla. Si crees que tú eres quien puede hacer las cosas limitas a Dios.
Alimenta la fe y cuando llegues a casa, allá explotará.
¿Qué está esperando Dios de ti? Que halle fe en ti.
Hasta hoy eres esclavo del pensamiento, de esa enfermedad, circunstancias o pobreza.
Jesús cuando le habló al oficial no lo mandó a hacer ninguna disciplina Cristiana, o a ejercer algo, solo le dijo “cree”.
El oficial entendió que humanamente él no podía hacer algo, y fue al que sí podía hacerlo. Así puede suceder contigo, pero debes conectarte con el Espíritu de la palabra, no puedes dañar lo que creíste con lo que dices o vives luego.
Cuando oras por tu familia para que Dios los salve ¿Para qué lo haces? ¿Para qué sigan haciendo lo mismo? Sírvele a Dios en su obra y él se encargará de los tuyos.
La mujer del flujo de sangre vió en Jesús la respuesta y solución a su circunstancias.
Con solo creer que Dios es quien te habla, algo sucede y cambia.
Dios solo necesita que creas.
Porque muchos ayunan y leen la Biblia, pero no creen lo que ella dice.
No ocurre lo que pides porque no haz creído, solo lo haz deseado.
El siervo fue sanado, pero su amo tuvo la certeza y confirmación de su fe. Cuando oras por otros con la fe de Dios ocurre el milagro. Y no solo eso, sino que también la transformación y el convertimiento y agradecimiento a Dios.
El problema no es que no ves la respuesta de tu oración, sino que no has creído lo que oras.
Llegó el momento de cambiar mentalidad y corazones, para creer la voluntad de Dios.
La fe hoy recibe el toque del Espíritu Santo.
¿Cómo puedes creer por la sanidad de otros y no por la tuya?
Cuando el capitán fue a la casa el milagro ya estaba hecho, y él no fue a preguntar si fue así, él solo lo creyó.
“Como creíste te sea hecho” le dijo Jesús al oficial.
Dios te dice hoy CREE.
Si tú crees, hoy al llegar a tu casa, verás todo diferente. Mientras tú estás en la casa de Dios el diablo está saliendo de tu familia en la casa.
El Dios que está aquí tu lo vas a llevar para afuera.
Dios te está dando las llaves correctas, cree solamente.
Une tu fe con la de Dios y ella se activa, para que lo imposible se haga posible.
Tus finanzas tienen una protección, se llama diezmo y ofrenda, tu eres fiel a Dios, él será fiel a su palabra.
Así como él puede hacer cualquier cosa, así un creyente activado en él puede obtener lo que pida.
Marcos 9:23-24
A menudo el espíritu lo arroja al fuego o al agua para matarlo. Ten misericordia de nosotros y ayúdanos si puedes. —¿Cómo que “si puedo”? —preguntó Jesús—. Todo es posible si uno cree. Al instante el padre clamó: —¡Sí, creo, pero ayúdame a superar mi incredulidad!
Ve a Dios y todo será posible.
¿Cuántos hijos hay endemoniados en casa y los papás ni saben? Por eso todo lo tratan de arreglar de manera natural y es algo espiritual.
No es leer el texto, es creer en el espíritu al decir su palabra.
El milagro sucedió cuando la fe creyó, al instante.
Pégalo un grito a la incredulidad y activa tu espíritu y fe.
El papá del muchacho le pidió a quien sabía que lo podía ayudar.
El milagro de hizo visible.
Dile que el viene a ti con espada y jabalina pero tú vas con el poder de Jehová de los Ejércitos.
Si él lo ha prometido, él lo hará posible. Si tú puedes creerlo, puedes obtenerlo.
En medio de la incredulidad ocurrió el milagro, porque él reconoció que le faltaba. El sabía que no había suficiente fe para ver sano y libre a su hijo. Pero cuando tú vas a Jesús y no tienes fe para eso, él no te va a dejar sin manifestar lo que tu estás pidiendo y creyendo.
Las circunstancias se sujetan a un hombre o una mujer que se atreve a creer.
El grito viene del alma porque ahí están las voluntades, emociones y deseos.
El hombre se había rendido en las circunstancias del hijo, pero cuando supo que había uno que lo podía ayudar, dejó todo lo que estaba haciendo y corrió hacia quien podía.
Por encima de la fe imperfecta salían de él las lágrimas de su alma.
Había una ligadura almática del papá con el hijo.
En la deficiencia de tu oración, pero con el fuerte deseo que tienes, algo va a acontecer.
En medio de la crisis la fe del hombre se estaba sacudiendo entre lo que pasaba por su mente y su alma.
Hoy Dios está sacudiendo tu fe.
Dios le concedió en medio de su incredulidad, una fe firme para que creyera.
Dios tiene respuesta para todo.
Cuando te mueves a tu voluntad y deseo nada sucede.
Juan 11:40
Jesús respondió: —¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios?
Dios va a levantar lo que tú creías que ya estaba muerto. Lo que no estaba va a comenzar a suceder.
Tu crees que si tu estás donde se necesita el milagro es que va a suceder. Eso es mentira, porque quien se necesita que esté, no estaba, solo mandó la palabra y sucedió el milagro.
Jesús no trabaja con incrédulos.
La fe activa la vida y el mover del Espíritu Santo, a Jesús y al mundo espiritual.
No necesitas ver, necesitas creer, y por creer el milagro se hace posible.
La fe se muere, no sé estanca.
Juan 11:23
Jesús le dijo: —Tu hermano resucitará.
Solo quita la piedra, física, mental, espiritual y lo que creas sucederá.