Malaquías 3:10
Traigan todos los diezmos al depósito del templo, para que haya suficiente comida en mi casa. Si lo hacen —dice el Señor de los Ejércitos Celestiales—, les abriré las ventanas de los cielos. ¡Derramaré una bendición tan grande que no tendrán suficiente espacio para guardarla! ¡Inténtenlo! ¡Pónganme a prueba!
Muchos para poder entrar van a tener que buscar espacio. Iglesia se llena de multiplicación tanto en personas como en provisión.
La bendición va a ser grande.
Dios va a proteger tu provisión.
Toda enfermedad que se levanta cuando tienes dinero se seca y llega hasta hoy.
Romanos 8:32
Si Dios no se guardó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿no nos dará también todo lo demás?
Dios está interesado en bendecirme, en darte, en prosperarte. Porque si fue capaz de arrancar a su propio hijo del cielo, también te dará todo lo demás. Te dio todo lo mejor primero y lo demás viene en camino.
No te acomodes en las circunstancias porque Él quiere bendecirte. Su voluntad es que seas prosperado en todas las cosas. Si fue capaz de darte a su hijo, también te dará todas las cosas.
¿Cómo lo activas?
Hebreos 7:6
Pero aquel cuya genealogía no es contada de entre ellos, tomó de Abraham los diezmos, y bendijo al que tenía las promesas. Y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo también Leví, que recibe los diezmos.
Muchos tienen promesas, pero hay maneras de activarla. No vivas esperando la promesa, activarla con tu obediencia. Y Él suplirá todo en sus riquezas en gloria. No te quedes solo con la promesa, solo caminando con ella, activa hoy tu bendición.
Muchos viven frustrados porque tienen una verdad que no pueden ejecutar, una herencia que no puede cobrar. Y la activa es la obediencia.
Dios tiene un compromiso de bendecirte, pero debes obedecer. Quien camine en obediencia no puede vivir estrecho porque Él dice que te dará todo lo que te haga falta.
Ninguna puerta puede quedar abierta si tú obedeces. Si tú trabajas y le sirves a Dios, no puede haber puertas abiertas para que el diablo te robe, y las puertas las cierras con tu obediencia.
Tienes las promesas, tienes los versículos y la verdad de la palabra, pero debes activarla a través de este principio.
No puedes solo repetirla y decretarla, debes vivir en obediencia. Pide perdón, paga lo que debes y vienes en obediencia a Dios a reclamar tu herencia.
Con la obediencia activas tu bendición. Con la obediencia activas la promesa.