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Discipulos para Jesus

En medio de mi agonía te llamaré

¿Por qué debes llamar a Dios en medio de tu angustia? Porque Él es el único que tiene la solución para todo.

¿Cuál es tu angustia o desesperación el día de hoy?

La OMS dijo que teníamos que acostumbrarnos a vivir en medio del Covid 19, y ¿por qué no te preocupas de vivir en medio de Dios todos los días para que nada te toque?

Salmos 86:1
1 Inclina, oh Jehová, tu oído, respóndeme, porque estoy afligido y necesitado. 2 Guarda mi alma, porque soy piadoso; salva tú, oh Dios mío, a tu siervo que en ti confía. 3 Ten misericordia de mí, oh Señor, porque a ti clamo todo el día. 4 Alegra el alma de tu siervo, porque a ti, oh Señor, elevo mi alma.

David descubrió que en medio de su alabanza los demonios que habían en Saúl se aquietaban, porque en ese joven estaba Dios. Los demonios reconocieron que debían irse porque él que estaba en ese muchacho era más poderoso, no era necesario más nada, él con su adoración era suficiente. Tu tormento hoy necesita una alabanza para que los demonios salgan.

Lo primero que el diablo hace es quitarte la adoración para hacerte pensar que no hay nada ni nadie que pueda ayudarte ni darte respuesta.

Quizá David se encontraba en medio de una circunstancias y rodeado de tanta gente se sentía sólo, a pesar de todo lo que tenía en finanzas, en lo material, con su familia, eso no hacia nada. Reconoció que sólo había uno que podía ayudarlo y lo debía buscar en el lugar secreto.

Reconoce en medio de Dios que no puedes más y que lo necesitas, pídele no en medio de quejas sino de adoración. Hoy es el día para que el Padre te ayude.

Puedes tener mucho dinero y tener todo lo material, pero hasta el más rico del mundo sin Cristo es un miserable.

David clamó en medio de su angustia. ¿tú te encuentras así? Cada vez que tengas apuro no acudas a todo el mundo, acude a Dios, él es el único que puede ayudarte.

El que se suicida lo hace porque piensa que Dios no existe, y la verdad es que no existe porque no lo busca.

David buscó a Dios convencido de lo que iba a encontrar y de que él iba a escuchar su clamor. En medio de su apuro, tribulación, en medio de la escasez, enfermedad, circunstancia, simplemente necesitas buscar a Dios, ahí lo encontrarás todo.

El clamor de este hombre vino desde sus entrañas. El grito que viene del corazón y del espíritu no lo entiende nadie, sino sólo el que te llevó a hacerlo, tu Padre. Si te enamoraras de Dios como de las personas todo fuese sobrenatural.

David le pidió a Dios que circuncidara su corazón y lo sanara, no tuvo quejas, tuvo adoración. Tenía cononía con Dios, sabía que por medio de las circunstancias había sólo uno que lo podía entender, por eso no buscó a nadie más, sino al Padre.

Salmos 55:1

1 Escucha, oh Dios, mi oración, y no te escondas de mi súplica. 3 a causa de la voz del enemigo, por la opresión del impío, porque echan sobre mí iniquidad, y con furor me aborrecen. 4 Mi corazón está dolorido dentro de mí, y terrores de muerte sobre mí han caído.

Tu oración mueve a Dios, es la llave de la victoria.

Las dificultades te ahogan y te oprimen, pero pide auxilio y lo recibirás.

Santiago 5:13

13 ¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas.

Ora, usa la llave, y eso que te está moviendo la vida tendrá respuesta, tu tienes la llave, sólo ora.

La angustia vendrá, pero tu ya tienes la solución para ella. El problema no es que llegue, el problema es que no le saques el provecho de despertarte y clamar a Dios. Que eso sea una excusa para montarte en Dios y no bajarte más.

Siempre el diablo va a querer ahogarte y meterte en el problema, en ti está la decisión de montarte por encima de él. La escasez saca la abundancia, la enfermedad saca la salud, ahora que ya conociste la circunstancia, preséntale tu a quien le venció.

Ahí está el clamor, aplica la llave.

El diablo no te va a quitar lo que es tuyo, se va a multiplicar porque Dios ya ganó esa batalla.

¿no sabes qué hacer? Acude a Dios.

Cree y obedece.

Salmos 17:6-7

Yo te he invocado, por cuanto tú me oirás, oh Dios;

Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra.

Muestra tus maravillosas misericordias, tú que salvas a los que se refugian a tu diestra,

De los que se levantan contra ellos.

Guárdame como a la niña de tus ojos;

Escóndeme bajo la sombra de tus alas,

Deja lo que estás haciendo e inclínate. ¿acaso Dios va a despreciar un corazón contristo y humillado?

Dile a Dios que si te ama responda tu oración, te ama tanto que lo hará. Su amor inagotable te tocará. Tus enemigos son todas las cosas que pasan en el mundo y debes acudir sólo a quien te puede ayudar. Tu Padre salió a tu encuentro porque ya escuchó tu petición.

Salmos 86:6-7

Escucha, oh Jehová, mi oración,

Y está atento a la voz de mis ruegos.

En el día de mi angustia te llamaré,

Porque tú me respondes.

Salmos 86:11

11 Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad;

Afirma mi corazón para que tema tu nombre.

Lo que viene es tan grande que Dios necesita liberarte para que veas lo que él te quiere dar.

Dios ya te designó un camino, ahora pídele que te ayude a no apartarte de él ni a derecha ni a izquierda, él te ayudará.

¿por qué dudas de lo que Dios quiere hacer contigo?

Sí escuchas a Dios es suficiente para ser libre.

Cuando entres en duda por las circunstancias, por el problema, por lo que sucede, pídele a Dios que te guíe y confiésale que estás dudando, para que tu corazón y mente no te engañe. Pídele que te diga qué debes hacer. Ya te dijo, debes orar.

Muchas veces hay cosas que vemos difíciles y no son así, porque él ya las venció. Sólo debes entender que ya todo es tuyo.

Pídele a Dios que te ayude a no ser un cristiano fluctuante, que hoy lo amas y mañana no, que dices que te sanó y mañana estás enfermo, que te hizo libre y sigues pecando.

Dios no tiene nada reservado, todo te lo dice, sólo debes estar dispuesto y preparado para escucharlo.

Alaba a Dios con todo tu corazón, porque no hay nada imposible para él, y lo que pediste eso hará.

 

 

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