El manto de tu Unción

Palabra de Diezmo y Ofrendas

Malaquias 3:10

Dios te dará hasta que sobreabunde y él Padre acabará con el devorador.

Debemos tomar en serio la palabra del Señor. Hay un pacto con Dios y contigo cuando le sirves. El compromiso es que tu traes de lo que él te ha dado y él mismo defenderá todo lo que tienes.

No creas en tu habilidad, sino que cree en el Padre que se levantará y va a destruir al que te quiere destruir y estancar.

Lo que tienes no es nada para lo que él te quiere dar. Lo de tu padre Abraham también es tuyo y lo recibirás.

Pídele al Señor como parte del pacto. Pelea por lo que ya Dios dijo. El Padre bendecirá a quien te bendiga y maldecirá al que te maldice.

Eres de la simiente de Abraham y el pacto se hará visible, pídelo y los cielos se abrirán.

 

El Manto de tu Unción

Apóstol y Profeta Mari Carmen de Morales

 

2 Reyes 2:1-15

Jesús vino a anunciar el Reino de Dios. Hablar de Reino es hablar del gobierno teocrático de Dios. Es un Reino de poder absoluto, eterno, ilimitado, cuando irrumpe nuestra vida habitual se percibe por los milagros y prodigios que se hacen visibles.

Ese reino demuestra las fortalezas y también las debilidades. Su unción fue dada para que tu puedas hacer cosas mayores que las que hizo nuestro Señor Jesús. Debemos pedir el Reino para gobernar como hijos de Dios que somos.

Dios va a hacer su trabajo con nosotros, sus hijos, pero para eso necesitamos que el Reino gobierne y viva en nosotros, para así tener la autoridad que necesitamos para eso.

Eres templo y morada del Espíritu Santo, él está dentro de ti y vive en ti. Pero debes dejar que te guíe y gobierne.

Muchos quieren unción sin proceso, y hasta Jesús pasó por procesos. La unción tiene propósito. Las intenciones del corazón están equivocadas por querer algo que desconocen. El propósito con prioridad es glorificar al Señor y hacer su voluntad.

Las vestiduras de servidumbre nunca pueden ser quitadas sobre ti.

La unción es lo que cae en una persona para ser guiado por Dios y hacer la voluntad de él. Es la Habilidad dada por Dios para hacer lo que el Señor pide para servirle. Es la medida de gracia que Dios le da a cada creyente para que pueda cumplir el llamado, es un instrumento para que cumpla un cometido o trabajo.

El enemigo busca distraernos para no hacer lo que el cielo demanda.

La obra de Dios debe proseguir hasta que él propósito se cumpla.

Nosotros necesitamos a Dios, no él a nosotros, porque hasta los animales son usados cuando el humano no quiere servir. Cuando crees que eres necesario para la obra de Dios inmediatamente eres desechado porque tu corazón se envaneció. Desechada es la persona no el propósito, porque el propósito de que se cumple se cumple.

La unción del profeta Elías debía continuar en la tierra luego de su partida. Dios sabe buscar sucesores, el es soberano y no tiene problema de elegir a otro, porque no es la persona es la unción de Dios en la persona lo que gobierna.

2 Reyes 19:16

Elías el profeta de fuego pasó por procesos, porque todo ministerio pasa por procesos.

Eliseo fue ungido con el mismo espíritu que Elías, por lo tanto, debía fluir igual que Elías. La unción se tiene que respetar, no ser rebelde e irreverentes.

La impartición es una intervención directa del Espíritu Santo que toma del don que Dios le dio a una persona y se la da a aquellos que honran, se sujetan, respetan.

El lenguaje te dice mucho del corazón.

Hay que ponerle fin a la esterilidad, Dios bendice a lo que está ordenado, Dios bendijo la tierra cuando se ordenó. Si somos gente de Reino debemos vivir como tal.

Todo hombre o mujer de Dios que camina en un ministerio debe saber que cuando ve a un pastor o pastora es la representación del Padre en su vida.

Eliseo pidió no al Espíritu Santo, sino el carácter de Elías para poder ejercer lo que se le había encomendado.

El profeta viene a corregir y a ordenar. Y Eliseo entendió y se le reveló, el honró con su corazón. Había muchos hombres para ser suplentes de Elías, pero Dios examinó la fidelidad, honra y sujeción de Eliseo, por eso fue elegido.

Eliseo sabía el llamado que tenía de Dios, por eso no le preocupó lo que decían o murmuraban. El honró a Elías porque conocía quién gobernaba en su corazón. El valoró la unción de Dios en ese hombre.

Eliseo le honraba y le servía a Elías.

El manto representa una cobertura, protección, paternidad y superioridad. Es la autoridad y el gobierno mientras vivimos en la tierra.

La paternidad te la da Dios y te la asigna Dios. Cuando te la asignas tú, sales mal.

Tenemos que pagar un precio cuando nos queremos conectar a la unción de un hombre o mujer. Eliseo sabía que para conectarse a la unción de Elías tenías que dejar su vieja manera de vivir, el reinició una vida, de costumbres, de caminar, pensar y vivir. Tienes que acabar con  todo tu pasado y acabar con lo viejo para recibir lo nuevo. Si lo rechazas, murmuras y mal hablas no podrás recibir lo que te pertenece.

Dios trabaja bajo principios.

1 crónicas 2:17

Cuando una persona se familiariza con el manto que Dios le da a un hombre no le va muy bien. Se creen capaces de opinar y juzgar sobre la vida de la persona. El espíritu de la familiaridad es algo con lo que tenemos que luchar. La unción es de una persona no de una familia.

1 crónicas 12:1

A los pastores se debe respetar, en el Reino no hay familia.

El espíritu de la familiaridad está haciendo daño en los ministerios. Ser familia de una autoridad no te da autoridad a ti.

Los principios de Reino son innegociables. El que no honra el manto de una persona trae maldiciones a su vida espiritual y física.

La familiaridad produce conformismo. No permite la unción completa en una persona. La unción se pierde cuando se critica el manto que se le da.

Tus bendiciones están asociadas con las personas que Dios te conecta. Debes discernir cuando Dios te conecta con alguien, si no tienes cuidado Satanás hará lo imposible para acabar con esa conexión y que no se cumpla el propósito de Dios.

Eliseo estaba apasionado por el manto de Elías y cuidaba su conexión con él para recibir también del manto.

Debes honrar a una persona no por la persona sino por el manto que hay en él.

Dios quiere acomodar algo para desatar algo.

Los principios del manto del Reino son:

Reconoce el manto. Es entender que tu pastor y tu líder fue elegido por Dios para tu recibir la herencia espiritual que te pertenece y puedas fluir bajo la misma unción.

Recibe el manto. Tienes que recibir a tu pastor y líder como el ungido de Jehová y recibir la palabra como la enviada por Dios para ti. Para recibir la unción de un ungido debes aceptar sus debilidades.

Honra el manto. Se demuestra con obediencia, respeto, sujeción. Honrar  de corazón, de manera material. Honrar lo que hacen y sacrifican por ti. Honrar a tus padres en casa. Bendice sus vidas.

Sírvele al manto. Trabaja, apoya, ayuda, ama y adora de corazón a ese hombre y mujer de Dios. Sólo se puede cargar el manto de quien se sirve.

2 Reyes 2:15

La honra que recibió Elías recayó en Eliseo porque él comprendió que su bendición estaba en ese hombre y por medio de su servicio, honra y fidelidad iba a recaer sobre él.