Palabra de diezmo y ofrenda
Yahewh es Jehová de los ejércitos.
Jehová Rafa es el Jehová es el que sana.
Elohim es mi Señor
Shaddai es todoporoso
Jireth es Jehová proveerá.
Adonai significa Señor.
Necesitas cada una de estas manifestaciones del Señor. Si tu lo llamas y envías la palabra ella no regresará vacía.
Dios va a hacer algo majestuoso, el se va a mostrar poderoso, sanador, proveedor, el que pelea la batalla por ti.
Tu pide su manifestación y él lo hará.
Cree en un Dios vivo y poderoso que si tu lo llamas él se va a manifestar, debes sacudir la apatía, la cautividad y toda manifestación contraria a tu bendición. Echa fuera con poder todo lo que quiere decir que tu Dios no existe.
Pide que el Señor se revele a tu vida con todo este poder.
Lucas 11:5
Aunque hayas sentido que la puerta está cerrada o que no te escucha, Dios te va a dar todo lo que necesites.
Vuélvete inoportuno con Dios en oración. No puedes pedir mucho y orar poco. Después que tu salgas del lugar secreto lo que tu digas se te hará hecho. No es saber la Biblia y los textos que te corresponden, es que seas influyente en el mundo espiritual, no es cuántos textos te sepas sino cuánto estás en la presencia de Dios.
Levántate y que el diablo te encuentre orando, ahí Jehová se manifestará.
Mateo 21:22
Romanos 8:32
Tu enfoque no debe ir a las cosas sino a Jesús, tu enfoque y norte tiene que ser Jesús, mientras más lo busques todo vendrá con él. Mientras más busques a Jesús las cosas te van a seguir. Búscalo y todo será añadido, tu prioridad es él.
Tu nivel de consagración determinará tu poder de unción, no puede existir gran poder de Dios sin consagración. Hay muchos cristianos confundidos y frustrados porque se saben la palabra pero no sé consagran ni lo buscan.
No puede haber poder ni nada sobrenatural sino te consagras. Tenemos a un Dios poderoso pero no lo conocemos porque nos conformamos con lo que nos dicen.
Tu tendrías más bendición con lo que haces si primero oraras. Toma una determinación de una consagración total.
Necesitas a Dios para vivir y para vencer lo que viene. Te encontrarás con el mar rojo, con los leones, con el fuego y para vencer eso necesitas unción, y esa unción la consigues en la oración.
Debes sacar de adentro lo que has conseguido en intimidad.
Lo que no se te ha abierto hasta ahora llegará y encontrará a un hijo con unción.
Cuando lo llamas y tienes unción el Padre va.
No necesitamos cargo para mover a Dios, necesitamos corazones.
Dios Necesita un Corazón.
Samuel 13 13-14
Cuando no esperas que Dios te diga qué hacer y haces lo que tu quieres tendrás consecuencias.
Cuando estás conectado conoces el propósito y la voluntad de Dios. La mayoría de evangélicos no están haciendo el propósito ni la voluntad de Dios, sino la de los hombres que los dirigen.
Tu corazón puede confundir tu mente y tu mente confundirte a ti.
Saúl para lo que Dios quería hacer no era indispensable, y actualmente nadie lo es para la obra y el propósito de Dios. Saúl pensó que estaba haciendo lo correcto, y ahí terminó siendo expulsado de donde Dios lo había puesto.
Dios sí pone y quita Reyes, pero en el gobierno teocrático, no el rebelado, Dios no le pone a su pueblo un gobernador tirano, ese lo elige la gente.
Dios prefirió transformar a Saulo de Tarso que elegir a un evangélico corrompido.
Donde Dios gobierna el diablo seguirá fallando, Dios no tiene suplentes, pondrá al verdadero, la gente que Dios pone no necesita aprobación del ser humano. Dios quiere manifestarse en la tierra, pero el mismo pueblo se resiste al propósito y la voluntad de Dios. En la tierra no está gobernando Dios sino el diablo. Dios se ha reservado un vientre y un corazón para manifestarse, él primero limpia y luego se manifiesta.
Saúl desobedeció la voz de Dios en Samuel. Hoy día Dios está buscando un corazón. Las personas están buscando actividades para decir que Dios está ahí y que eso producirá un cambio, pero él no está interesado en medios carnales para producir un cambio y transformación. Mediante armas carnales no se transforma a las personas. Dios no necesita multitudes ni actividades, necesita corazones para manifestarse.
La gente talentosa, hábil y elocuente siempre son los primeros obstáculos y los que se oponen al poder y el propósito de Dios, porque su lógica y entendimiento se oponen al poder del Padre.
Samuel fue al lugar correcto pero sin la visión correcta. Y así no le sirve a Dios.
1 Samuel 16:6-7
Samuel estaba produciendo en sus decisiones que Dios rechazara a los hijos de Esaí. ¿Cuántas cosas tu haz aprobado que Dios ya rechazó? El hombre mira las apariencias, Dios mira corazones. Si los hijos de Dios vieran el corazón ya el Padre se hubiese manifestado.
Lo que tu desprecias Dios lo quiere usar.
Si dejáramos que Dios interviniera en nuestros planes todos serían rechazados por él. Dios vino a direccionar su propósito y voluntad en tu vida. Hay cosas en tu vida que nunca han sido su voluntad y aunque lo estés disfrutando te están dañando para su propósito.
Aunque no tengas nada para el mundo, para Dios eres el indicado. El talento no es un requisito para su voluntad.
No es el porte, la figura y el talento, es el corazón dispuesto a obedecer a Dios.
1 Samuel 1:8-14
En la vida de Ana se unió su necesidad con el propósito de Dios.
Ana estaba angustiada pero oró. Si tu estas angustiado pero no tienes la comunión para el que tiene la respuesta eso acabará contigo.
Lo que Ana estaba pidiendo era lo que Dios estaba necesitando. Ella estaba pidiendo a alguien que pudiera transformar a una iglesia y a un país.
Los propósitos de Dios nacen en la casa de Dios.
Toda petición de Dios nace en el corazón no en el deseo, y todo lo que es de él, él se encargará de que se cumpla.
Derrama tu alma delante del Señor para que él haga el milagro.
Ana no tenía un hijo, pero si el corazón para que Dios depositara la persona que iba a cambiar la historia de un pueblo. Todos los hombres que eran dirigidos por Dios se habían rebelado por eso necesitaba a uno conforme a su corazón.
Ana vio una carencia de profeta y hombre para Dios. Y al ver esa necesidad se puso a disposición de Dios para que depositara al hombre que Dios necesitaba. Ana necesitaba a un hijo y Dios necesitaba a un profeta. Se unieron dos necesidades. Ana pidió para el propósito de Dios no para su necesidad. Ana no sólo quería un hijo, quería a un hombre de Dios para el propósito del Padre.
1 Samuel 1:26-28
Ana no vio un profeta o apóstol para su casa, vio una necesidad para un pueblo y un país.
Ana estaba clara de lo que necesitaba y Dios tenía la respuesta para lo que ella necesitaba.
No es tener personas, es que las que tengan se parezcan a Jesús.
Ana por medio de su oración y corazón determinó el futuro de Israel.
Dios no necesita a alguien que gobierne lo terrenal sino lo espiritual para que se haga manifiesto en la tierra.
Quizá no tengas el llamado, pero tienes vientre para lo que Dios va a hacer en el país.
Su necesidad no era más grande que el propósito de un profeta para Israel. Ana sintió satisfacción por haber colaborado con el propósito de Dios.
Dios necesita a un juez y a un profeta, lo mismo que no había en el tiempo de Elí hoy tampoco lo hay, por eso Dios te necesita para su necesidad, prepara tu corazón para que deposite su propósito.