Salmos 112:7
No tiene miedo de malas noticias; su corazón está firme, confiado en el Señor.
Está palabra es propicia para la palabra de diezmo y ofrenda, porque a pesar de todo lo que puede pasar en la economía, en tu trabajo, en tu entorno, tu corazón debe estar firme, porque tu Dios cuidará de ti y te proveerá.
Génesis 26:18-22
Volvió a abrir los pozos de agua que habían sido abiertos en vida de su padre, y que los filisteos habían tapado después de su muerte, y les puso los mismos nombres que su padre les había dado. Un día, los siervos de Isaac estaban haciendo un pozo en el valle, y encontraron un manantial. Pero los pastores que cuidaban las ovejas en el valle de Guerar se pelearon con los pastores que cuidaban las ovejas de Isaac, porque decían que esa agua era de ellos. Por eso Isaac llamó a ese pozo «Pelea», pues se habían peleado por él. Después sus siervos abrieron otro pozo, por el que volvieron a pelear, y a ese pozo Isaac lo llamó «Enemistad». Isaac se fue lejos de allí, y abrió otro pozo. Como ya no pelearon por él, lo llamó «Libertad», pues dijo: «Ahora el Señor nos ha dejado en libertad de progresar en este lugar.»
Dónde Dios te ponga, aunque para los demás haya un desierto, para ti habrá pozos de agua viva. La bendición, la unción y la promesa en ti hará que a donde llegues, Dios abrirá pozos y ríos de agua viva para ti.
Primero en la historia había un desierto, pero al ellos cavar salió agua. Hay muchos que no quieren trabajar para obtener la bendición, pero cuando otro trabaja y prospera quieren ser parte de la bendición, pero la bendición es para el que trabaja por ello.
Abre los pozos, porque aunque la tierra este desierta, seca y árida, allí hay una corriente de agua viva para ti.
A dónde ellos llegaron estaba seco, pero ellos creyeron en la unción y la bendición que estaba con ellos y abrieron los pozos porque sabían que iban a encontrar agua. A ti te va a pasar igual, no importa dónde estés, sino con quién estés, Dios te va a bendecir y abrir pozos en el desierto para ti. Solo procura que la gloria de esa bendición sea para Dios.
Génesis 26:12-14
Ese año Isaac sembró en aquel lugar y recogió muy buena cosecha, pues el Señor lo bendijo. Se hizo muy rico y llegó a tener muchas posesiones. Eran tantas sus ovejas y vacas, y tantos sus siervos, que los filisteos le tenían envidia.
Hay gente que te va a envidiar porque a ellos le va a ir mal pero a ti bien, así que prepárate. Porque cuando Dios empiece a prosperarte su envidia de levantará a consecuencia de la bendición.
Muchos te dirán “no hagas ese negocio, no inviertes ese dinero, no se te va a dar eso que planeas, la economía no te dejará” no los escuches, no puedes esperar que el carnal entienda lo que el Espíritu quiere hacer en ti.
La gloria de Dios será vista sobre ti.
No es que la gente tenga algo contra ti, sino que el espíritu de prosperidad que habrá en ti va en contra del espíritu de escasez que habrá en ellos.
Génesis 26:16
Por fin, Abimélec le dijo a Isaac: —Vete de aquí, porque has llegado a ser más rico que nosotros.
A donde llegues, sea valle o montaña, ahí Dios te va a prosperar.
No sabemos cuántos pozos haz tocado, no se han abierto y te haz ido a otro lugar, pero hoy se acaba eso, porque todos los pozos que toques se abrirán.
Dios te librará de todo espíritu envidioso por la prosperidad que Dios empieza a darte.
Serás prosperado en todo lo que hagas, los pozos se abrirán, insiste.