Es una entrega total

 

Cuando tu entras a su casa es para que le des algo a Dios, siempre se llega esperando que Dios te de pero ¿tú qué le das? Y no se habla de dinero. Se habla de lo que le das tu a Dios como hijo.

Puedes darle el diezmo y la ofrenda pero, de qué vale si el corazón lo tienes en otro lado. Tu entrega debe ser completa. Es una entrega de tu mente, de tu alma y de tu cuerpo. Muchos creen que es un gran compromiso, pero el Padre lo entregó todo por ti, entregó todo lo que tenía. Y nuestro Señor Jesús lo dejó todo por morir para ti, dejó el cielo, el trono, lo dejó todo por ti.

¿Qué tienes que dejar tu por él?

El diezmo y la ofrenda es un pacto de Dios contigo, pero el quiere también tu corazón. No ames a Dios de lejos. ¿Estás seguro que Dios te está gobernando? ¿qué él dirige tu vida? ¿Qué le haz entregado toda a él?

Es una entrega total.

Es que cuando entregues tu diezmo y ofrenda, entregues también tu corazón, tu alma, toda tu vida. Para que él sea dirigiéndola, guiando tus decisiones y que todo lo que hagas sea por él. Cuando le entregas todo a Dios tienes la certeza de que te irá bien.

Él lo quiere todo. Tu pacto con Dios es para que bendiga el fruto de tu semilla, de tu siembra, para que no le falte nada a tu familia ni a ti. Aunque tengas un negocio o un empleo, todo lo que llega a tus manos te lo dio Dios, así que levanta tus manos y dile a Dios ¡Gracias! Por qué él te da todo lo que necesitas cada día.

La palabra dice que no se ha visto justo desamparado ni su simiente que mendigue pan. Hoy se abren los cielos en toda tu vida y familia, porque escrito está que Dios lo dijo y él lo hará.

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